BERTONE GÉNESIS

HISTORIA - CARACTERÍSTICAS:

Este monovolumen futurista fue creado por Bertone en el año 1988, con la finalidad de ser presentado en el Salón de Turín. Fue reconocido no solo por tener un diseño único y audaz para la época, sino también por tener un potente motor y una comodidad y amplitud que le permitía llevar en su interior de 4 a 6 personas sin inconvenientes. Este prototipo demandó una cantidad de 30.000 horas de trabajo a cargo del equipo de diseño, quien estaba liderado por Marc Deschamps.
Este deportivo, futurista y cómodo vehículo, era también llamado: “Lamborghini Génesis”; nombre del cual derivaba de la marca italiana por llevar piezas del auto en cuestión, como así también por contar con un motor Lamborghini V12 de 5,2 litros, que erogaba una potencia de 455 CV a 7.000 rpm. Dicho motor era el que venía en el Lamborghini Countach 5000 Quattrovalvole; el cual en este monovolumen, estaba montado en su parte delantera en una posición longitudinal, donde los asientos del conductor y del acompañante se encontraban parcialmente encima de éste.
Toda esta mecánica se acompañaba de una transmisión automática: “Chrysler TorqueFlite” de 3 velocidades, encargada de enviar la potencia a las ruedas traseras. Esta caja, tenía la relación de transmisión superior demasiado larga provocando que las altas revoluciones tarden en llegar y más con su excesivo peso de 1.800 Kg, hacían que este Bertone no sea tan rápido como se pensaba. Contrariamente a esto, tenía una muy buena estabilidad, gracias al sistema de suspensión computarizada y a la distribución de su peso.
En definitiva, el Génesis era una mini furgoneta deportiva, montada sobre un chasis acortado con una distancia entre ejes de: 2.650 mm. (igual medida que venía en el Lamborghini Espada de aquellos años), mientras que su Largo total era de: 4.475 mm. y su Ancho era de: 2.000 mm.
Exteriormente, se podía ver que tenía cinco puertas, las cuales las de adelante, se abrían al estilo “alas de gaviota”, sujetándose sus bisagras al pilar central del parabrisas, mientras que las puertas traseras tenían un sistema de apertura mediante corredera. En su parte posterior, contaba con dos pequeñas cámaras que ayudaban al conductor en la visión del tránsito.
En su interior, se distinguía por su amplitud y luminosidad, gracias a que su habitáculo era todo cristalizado. Con respecto a sus asientos, los mismos estaban revestidos de Alcántara en colores rojo y gris y se regulaban por medio de una computadora, pudiéndose hasta el asiento del acompañante, girarse 180 grados para permitir ponerse en sentido opuesto a la dirección de la marcha.